No soy buena: soy real. No soy buena: soy fatal. No soy buena: soy sincera.



No soy buena: soy real. 
Mi vida no está dedicada
A la virtud antigua y santa
De la modestia virginal. 

No soy buena: soy fatal.
Como un ser libre te quiero,
El fuego de mi pasión es fiero
Y mi deseo de ti, incondicional.

Pero en mi fiereza está mi pureza,
Mi autenticidad como ser humano. 
Con el trabajo honesto de mis manos
Cuido tanto de mi oscuridad como de mi belleza. 

No soy buena: soy sincera.
Nada sé de pretender ante la gente
Una actitud social competitiva e insurgente
Que no tenga a la inocencia por bandera.

No soy buena: soy completa. 
No soy la mujer paciente e ideal
Que rezando todo lo sepa arreglar,
Dechado de virtud y entereza.

Tengo dudas y obsesiones,
Y sé lo que es el lado oscuro,
Y aunque no me entrego a él, procuro
Darle el lugar que le corresponde. 

No soy buena: soy amor que sufre
Sin temor de Dios ni de humano juicio,
Mas no quiero saber nada de sacrificios
Y de cierto que me espantan las cruces.

No soy buena: soy amor que exalta
La completud de tu ser junto al mío,
Que se entrega a tu abrazo de cielo divino
Y que a tu oscuridad tampoco juzga ni espanta.

Vamos, que no soy buena: soy pasión
A veces controlada, a veces desatada.
El Cielo y el Infierno son mis moradas sagradas.
Y desde allí, buscando la paz, quisiera convertir tu amor

En mi más sagrada y pura meditación.

 Maria Concepción Pomar Rosselló

Comentarios

Entradas populares de este blog

Para Janis Joplin (Poema de Alejandra Pizarnik)

Jose Luis Piquero

La princesa que buscaba marido (Jorge Bucay)