"Infierno" de Juan José Pallarés Tudela


"El infinito no se acaba, se muere. Como cualquier persona, como nosotros dos, no seremos especiales para eso. Te habría matado, habría arrastrado tu cuerpo por la carretera en pleno julio, te habría sacado las muelas para hacerme un collar, los ojos para que aún me doliera más. Te habría hecho el amor haciéndole honores a la expresión, te habría follado como si hubiera estado en la cárcel, te habría ofrecido calor, la tabla de Titanic, todos los tesoros del mundo y cada canción suicida que tiene como objetivo llamarnos a filas en bandos distintos para acabar matándonos. Te habría pintado en una pared con cada gota de mi sangre.

Me pondría delante de todo lo que te hiciera daño y lo absorvería, sin que tú lo supieras nunca. Tendría un final contigo, cualquiera. Me iría a buscarte lejos, tanto como huyeras en cualquier momento, sería tu saco de boxeo, tu hermano mayor, tu escritor atormentado, tu mejor amigo, tu alma podrídamente gemela, tu polvo por compasión, tu enemigo más mortal.

Nadie podrá decir nunca que es mentira que te lleve a fuego, que me equivoqué contigo...Fui lo que todos quieren ser y también lo que nadie desearia ni a su peor enemigo, soy sólo un mortal más que sueña con la eternidad, pero me sentí especial. Sentí que conseguiría ser el Alquimista que encontraría la piedra filosofal escondida entre tu pelo...

Somos las dos únicas personas con la sombra más alargada que todo el Skyline de Nueva York, somos dos idiotas más de los que nadie se acordará..

Ahora sabemos que esto va para largo, pero si volviera hacia atrás nunca te dejaría acercarte a mí, conseguiría salvarte. Salvarte de entrar en mí como el agua, salvarte de perderte ahí dentro para no poder salir nunca...

"Si te sientes realmente viva sin mí, entonces sé libre, si no, déjale por mi"

Seré el final del camino o no me verás nunca en él, seré tu caballo ganador o no te gustarán las carreras, conseguiré cruzar el lago a braza o ni me tiraré para sacarte del agua, te esperaré al final del pasillo en tu boda o estaré a miles de kilómetros de allí,llorarás como nadie en mi funeral o tirarás todo lo que encuentres en la sala cuando te cuenten que he muerto hace un mes, volver con la luz en tus manos con la ayuda que nos hace falta o me quedaré practicando para ser un tipo con residencia permanente en la oscuridad. Tus hijos llevarán mi apellido o nunca sabrán ni mi nombre, volveremos al barranco y te volveré a preguntar si nos tiramos juntos otra vez o yo sólo.

Será blanco o negro pero no un triste empate, será cara o cruz, pero viviremos con ello lo mejor que sepamos. Somos nuestra obra maestra y se la enseñaremos al mundo o nos esconderemos el uno del otro y nadie sabrá nunca de nuestra existencia.

En el peor de los casos no creo que me busques en la eternidad antes de quedarte para siempre con el hombre de tu vida, en el mejor de los casos la eternidad ya era nuestra, solamente le meteremos terrenalidad.
Te quiero tanto como unicamente te puedo odiar, te conozco demasiado para intentar volver a salir o dejarte salir de aquí.

Si lo conseguimos es para que no se lo crea nadie, queda demostrado a estas alturas que somos únicos. Si no lo conseguimos solamente sonreiré, y desearé con todas mis fuerzas que él sea lo suficientemente oscuro para poder apreciar tu luz.

Moriremos con las botas puestas y no sabemos si estaremos tan altos como el mismo infierno o tan hundidos como el barro, pero sobre te diré como te digo ahora que fue un auténtico placer".



Juanjo Pallarés Tudela (Murcia, 1992)
Voz: Celtia RG.

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